El partido imaginado por Simeone en Cornellá se cumplió: un partido difícil en el que sus chicos se complicaron la vida más de la cuenta. Tras un gol en propia meta, el equipo rojiblanco se marchó a casa con la primera derrota bajo el brazo. Un sabor agridulce que fue todo lo contrario para el Espanyol de Aguirre. El técnico mexicano ha explicado en rueda de prensa que sabía que "sería un partido intenso y muy disputado", pero después de perder en casa y de las dos derrotas fuera "había que intentar sumar". Por su parte, Simeone se mostró estoico ante la derrota. "El equipo no se quedó con la derrota, fuimos a por el empate y a por la victoria, en la segunda parte se vio otro equipo". El entrenador madrileño quiere pasar página cuanto antes. "Felicitar al rival y a prepararse para el martes que se viene otro partido complicado".
