En Siria se celebra la fiesta del cordero y en su capital, Damasco, no hay descanso ni siquiera en un día tan señalado. Los bombardeos ocurren de forma intermitente en el suburbio de Daraya. El Ejército sirio no afloja la presión sobre los rebeldes que ocupan algunas zonas en los alrededores de la ciudad. En dos años y medio de guerra han muerto más de 100.000 personas.