Una denuncia alertó a la Guardia Civil que puso en marcha la operación Garfio. El objetivo de la trama, adolescentes de entre 14 y 17 años. "Recogían a las menores a la salida del colegio y se las llevaban al cine, de compras o a la casa que tenían habilitada para mantener las relaciones sexuales", nos explica Rocío Rojas Pacheco, portavoz del Instituto Armado. Así llegaron a abusar de una veintena de chicas, en algunos casos durante años. "Aprovechándose de la vulnerabilidad de las niñas que eran menores de edad con necesidades económicas", comenta la portavoz de la Guardia Civil. Incluso daban incentivos a las niñas si conseguían captar a otras menores, a las que engatusaban de igual forma para luego forzarlas a mantener relaciones sexuales. "No se dan duros por pesetas. Aquellas personas, aquellas niñas que han sido afectadas que no duden en ir a denunciarlo, que su anonimato va a estar presente ante todo", recomienda la agente Rojas Pacheco. La red desarticulada actuaba en Castellón. Cuatro de sus miembros han sido detenidos y otros dos imputados por prostitución y corrupción de menores.