Es el cuerpo del terrorista suicida que se ha inmolado en una playa de Túnez. Instantes después varios agentes retiraban los restos del hombre, la única víctima del atentado. Pero el plan del terrorista era otro: intentó entrar en un hotel de la zona cargado con un maletín, pero no lo consiguió. La policía había frustrado poco antes otro ataque al detener a un terrorista que tenía planeado hacerse explotar cerca de la tumba del expresidente Habib Burguiba en la localidad de Monastir. Ningún grupo ha reivindicado todavía el ataque. Es el primer atentado suicida que se produce en Túnez desde el año 2002, cuando Al Qaeda llevó a cabo un ataque en una sinagoga de la isla de Djerba que acabó con la vida de 21 personas. Se trata de un duro golpe al turismo tunecino, que aún se está recuperando de las revueltas de 2011 que acabaron con la caída de Ben Ali.