Aceras intransitables por la basura en ellas acumulada. Así comienza la décima jornada de huelga de los trabajadores de la limpieza viaria . "Madrid no puede esperar más". Con este argumento, la alcaldesa de la capital anuncia el ultimátum a las contratas: "si en el curso de la próximas 48 horas no se logra un acuerdo....", el Ayuntamiento contratará a la empresa pública Tragsa para que se haga cargo del cumplimiento de los servicios mínimos y pondrá la situación en conocimiento del Ministerio fiscal. Eso sí,"repercutirá los gastos y costes a las empresas concesionarias".Los representantes de Tragsa, en un comunicado, aseguran que no van a reventar la huelga de sus compañeros de Madrid. Rechazan las manifestaciones de Botella y dicen no estar dispuestos a participar en sus artimañas.Pero los empleados de esta empresa pública están obligados a actuar cuando la Administración se lo indica. Y un dato más los trabajadores están en plena negociación de un expediente de despido colectivo, del 23 por ciento de la plantilla.