Fuerte presencia policial frente a la sede del Gobierno ucraniano. Las fuerzas de seguridad desplegadas por el ministerio del Interior forman una barrera, para dispersar a los manifestantes que bloquean el acceso a los edificios oficiales. Una barrera que sólo se abre para dejar pasar a los camiones que retirarán las barricadas que durante días los opositores habían levantado. A pesar de los antidisturbios, la multitud resiste en la calle con un intenso frío, y su intento por romper las barreras de seguridad, termina en enfrentamientos.El campamento de la plaza de la Independencia continúa resistiendo. Una ofensiva que ya ha sido criticada desde la oposición y una forma de reforzar la posición del presidente Yanukovich ante la llegada de la subsecrataria de Estado nortemamericana, Victoria Nuland, y de la responsable de política internacional de la Unión Europea, Catherine Ashton, para buscar una solución a esta crisis.Mientras la presión crece en el país, Yanukovich ha aceptado la propuesta de celebrar una mesa redonda con la oposición para poner fin a las protestas. El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, ya ha mostrado su profunda preocupación ante estos disturbios y ha asegurado que la violencia es "incompatible" con la relación estratégica entre ambas potencias.
