La violencia más cruda hizo aparición durante la última jornada de la liga brasileña de fútbol. Durante el partido que enfrentaba al Atlético Paranaense y al Vasco da Gama, uno de los equipos brasileños con más historia y que se jugaba el descenso, se desató una batalla campal en la grada. Cuatro jóvenes aficionados se encuentran aún heridos en el hospital São José de Joinville. Tres de ellos llegaron a estar en coma, pero ya se encuentran estables y sin riesgo de muerte.