Enormes colas en el consistorio de Torremolinos para alimentar el ánimo de las personas con menos recursos. Estos días se reparten 3.500 cestas de lo más navideñas. Se pueden beneficiar los parados de más de un año y los pensionistas mileuristas. En Santiago de Compostela, la Fundación Amigos de Galicia también ha devuelto la sonrisa a 14 familias. Reparten alimentos de primera necesidad y los tradicionales capones de Navidad. Jose Luis es voluntario de la asociación y lleva comida a una abuela que se encarga ella sola de sus ocho nietos. Asegura que la mujer siente una gran satisfacción de llevarse algo a la boca. Una satisfacción que, en cambio, no sienten millones de personas en el mundo.