Por segundo día, el cortejo fúnebre con los restos mortales de Mandela ha recorrido las calles de Pretoria. Allí han vuelto a esperarle numerosos compatriotas que, emocionados, han querido decirle adiós."Me siento feliz y triste a la vez" decía una sudafricana. "Su espíritu está todavía en este mundo", decía otra.La capilla ardiente, instalada en la sede del Gobierno, ha abierto de nuevo sus puertas al público. Por allí han seguido desfilando mandatarios, como el presidente cubano, Raúl Castro. Y miles de sudafricanos anónimos que han formado largas colas para rendir tributo a la figura y el legado del emblemático líder antiapartheid.Una semana de homenajes salpicada por otras noticias. Como la del robo en la vivienda del premio Nobel de la Paz Desmond Tutu en Ciudad del Cabo. Unos delincuentes aprovecharon su asistencia el multitudinario homenaje del martes en Johanesburgo para asaltar su casaY hay novedades en la polémica sobre el falso intérprete de lengua de signos. Tras las denuncias de que se lo inventó todo, él se defiende: dice que sufrió un brote esquizofrénico.