En plena España franquista, esta imagen escandalizaba. Las playas de Benidorm abarrotadas de extranjeras en bikini y entre ellas algunas españolas, pero sólo las más atrevidas. Porque fue aquí, en Benidorm, en los años 50, donde se firmó el primer decreto que autorizaba la considerada y reverente prenda de baño.La historia sorprende y por eso, 60 años después, una productora alicantina ha querido contarla.Este hombre, el alcalde de entonces, Pedro Zaragoza, viajó a El Pardo con Vespa para tratar de convencer a Franco de que legalizara el bikini. "Él cogió su maletín, sus números para, de alguna manera, razonar con Franco de que el turismo estaba en aquel momento en auge", ha explicado el actor que da vida al edil en el cortometraje, Sergio Caballero. Convencido de que el turismo era la salvación para Benidorm, este alcalde católico desafió al Régimen. "Se enfrentaba realmente a un problema muy gordo, que era dejar de ser prácticamente ciudadano porque la excomunión era lo que suponía", ha comentado Óscar Bernacer, director del cortometraje
