Khalid llegó a Italia hace 65 días en busca de una vida mejor y se encontró con este recibimiento en el centro de primera acogida en Lampedusa. Inmigrantes desnudos, a la intemperie, con los brazos abiertos y en público, son desinfectados contra la sarna, un trato vejatorio que grabó con su teléfono móvil. Las voces críticas se han dejado oír. La alcaldesa de la isla considera que estas imágenes le recuerdan escenas de los campos de concentración y que Italia debería sentirse avergonzada por ellas. La Comisión Europea ha pedido a la Fiscalía italiana que investigue lo sucedido y las condiciones en las viven los inmigrantes indocumentados. Incluso ha amenazado al Gobierno con un procedimiento de infracción si no cumplen las reglas comunitarias.