La violencia en Siria continúa desangrando literalmente el país, y en la guerra ni la Navidad otorga una tregua.La televisión oficial Siria emite el domingo unas imágenes que muestran cómo un colegio ha quedado completamente destrozado. Se acusa a los rebeldes, considerados terroristas, de detonar un coche bomba en este colegio de la ciudad de Homs, en horario escolar. Se confirman 8 muertes, seis de ellos niños.El régimen de Bashar al-Assad, ataca también el domingo, con helicópteros, algunos barrios controlados por los rebeldes en el norte de Aleppo. Las explosiones alcanzan también un colegio. Los alumnos huyen despavoridos de la zona, momentos después del impacto. Tras unos minutos un grupo de hombres rescata a los pequeños atrapados de entre los escombros. Algunos de ellos aún con vida. En esta oleada de ataques aéreos 42 personas mueren, entre los que, por supuesto, también hay menores.Los rebeldes responden. Lanzan varios misiles. Disparan al aeropuerto internacional de la ciudad y a una base militar aérea del régimen, desde la que presuntamente se ha perpetrado el ataque con helicópteros.La guerra civil en siria alcanza ya los dos años y medio de un conflicto en el que ya han muerto más de cien mil personas, once mil de ellos menores.
