El plan de inspección de bajas médicas de la Comunidad de Madrid está dando sus frutos. Los inspectores consiguieron, el año pasado, que con solo una llamada 794 funcionarios, supuestamente enfermos, se incorporaran a sus puestos de trabajo de inmediato. No hizo falta que se llevara a cabo la inspección. La Comunidad consiguió ahorrar así 23 millones y medio de euros en el año 2011.