Salió a la luz el 22 de febrero desempolvando ciertas sombras hasta ahora desconocidas de la figura de Da Vinci, para en menos de un mes abandonar la capital. Cientos de visitantes han acudido esta mañana al Museo del Prado para poder disfrutar de la sonrisa más enigmática del arte, que partirá al Louvre para encontrarse con su gemela.