No se han registrado víctimas mortales, aunque de milagro. El temblor se ha sentido prácticamente en todo el país, y eso es mucho, porque es el decimocuarto en extensión. El epicentro se registró en el estado de Guerrero y con una magnitud de 7,9 grados, se sintió en zonas tan alejadas como Chiapas y Veracruz, en la costa Atlántica, o Acapulco, en el Pacífico. La peor parte se la ha llevado el estado de Oaxaca, donde cerca de 30 casas se han venido abajo. En ciudad de Mexico, el desalojo de las oficinas se ha vivido con calma, aunque la incertidumbre de hasta dónde puede llegar el temblor cuando sucede, es inevitable.