En Egipto, miles de cristianos despiden hoy a su papa, al patriarca de la Iglesia copta. En la catedral de Abasiya, en El Cairo, se está velando a Shenuda III, cabeza de la iglesia ortodoxa egipcia durante los últimos 41 años. Y permanece expuesto, sentado en la silla de San Marcos, que introdujo el cristianismo en el país hace 19 siglos. El entierro está previsto para el próximo martes y dentro de dos meses se elegirá a su sucesor. 8 millones de egipcios, el 10% de la población, son cristianos coptos, una minoría muy perseguida, sobre todo en los últimos años.