Parecía imposible, tan sólo un sueño, pero una empresa holandesa lo ha conseguido.Se trata de un coche volador, un vehículo que la compañía ya ha probado con éxito. Para volar, el vehículo se convierte en un girocóptero, y una vez en el suelo se convierte fácilmente en un coche deportivo, que puede alcanzar los 180 kilómetros por hora. Cuenta con todas las garantías para ser avión y coche, y su dimensión lo hace hasta fácil de aparcar.