La guerra en Siria sigue sumando muertos a pesar del alto el fuego entre las partes y de la presencia de observadores de la ONU sobre el terreno. Más de 30 personas, en su mayoría civiles, han muerto en las últimas horas. Naciones Unidas considera urgente el despliegue de 300 militares no armados sobre el terreno para poner fin a la violencia. Ahora sólo hay 30 efectivos destacados.