Al menos cuatro civiles han muerto tiroteados por el Ejército sirio cuando bajaban de un autobús en la provincia siria de Idlib, mientras la ONU presiona a Damasco para que ordene el alto el fuego y la retirada de los tanques. La oleada de violencia continúa en todo el país, donde han muerto al menos otros diez civiles. Una mujer que visitó Douma ayer aseguró que la localidad ha estado bajo el ataque permanente de los bombardeos y sin suministro de agua ni electricidad.
