Una buena noticia para los diabéticos que necesitan insulina: una operación, que se está probando con éxito, permite que el cuerpo vuelva a generar insulina. En la intervención se desvían los intestinos para que la comida no pase por el estómago y no estimule el pancreas. Andrés, que descubrió hace siete años que sufría diabetes tipo 2. Desde entonces, vivía pendiente de las dosis diaria de insulina, que tenía que ser exacta. Tras someterse a la intervención, ya sólo toma una pastilla al día. "Me he quitado veinte años de encima", dice.