Al día de nacer se lo llevaron para una revisión rutinaria, y ya no volvió. Les dijeron que había sido muerte súbita aunque horas antes había sacado un 9 en el test de APGAR que puntúa la salud del recién nacido. El hospital dijo que se haría cargo del entierro pero que debía ser en esta fosa común, junto a otros cien niños.Es la que hoy se ha abierto en busca de los restos del niño.Laura sabe que su hijo vive, así se lo dijeron por teléfono, a través de una llamada anónima del hospital meses después de dar a luz. Ahí no acabó todo... a los 18 años llegó una carta para que el chico se incorporara al servicio militar.No quiere hacerse ilusiones, sabe que todavía falta mucho camino por recorrer.
