En España hay 22 mil millones de euros de 700 mil ahorradores atrapados en las preferentes, unas operaciones que se vendían como un producto seguro a largo plazo. En el caso de una pareja de ancianos de Aragón, invirtieron confiados todos sus ahorros, unos 78 mil euros, en este tipo de participaciones preferentes. Esta inversión con el paso del tiempo acabó en un banco islandés que terminó quebrando y los 75 mil euros se convirtieron en 100. Cuatro años después un juez les ha dado la razón ya que considera que no fueron bien informados sobre el producto que contrataron.