Sucedió en el municipio de Celedín cuando unos 2000 manifestantes radicalizaron sus protestas contra la nueva explotacion de oro y cobre. Apedrearon instalaciones públicas y vehículos, entre disparos y detonaciones de bombas lacrimógenas. Resultado: tres muertos y al menos 21 heridos. El proyecto Minas Conga estaba parado desde noviembre porque los vecinos temen que pueda dañar sus fuentes de agua y causar contaminación aunque se acaba de aprobar un plan de protección ambiental más severo. Con estas muertes suman 12 las víctimas en protestas sociales desde que el presidente Ollanta Humala asumiera el poder en Peru hace un año.