En Estados Unidos, el Tribunal Supremo ha declarado constitucional la reforma apuesta más controvertida del presidente Barack Obama, la reforma sanitaria. A cuatro meses de las elecciones, es su mayor éxito político y social. A las puertas del Tribunal Supremo en Washington se concentraron una gran cantidad de personas que esperaban el anuncio de la aprobación de la reforma. La apuesta ha sido respaldada por cinco votos frente a cuatro. La ley quiere garantizar la atención sanitaria en un país en el que más de 30 millones de personas no tienen ningún tipo de cobertura médica. Pretende que todos los estadounidenses que carecen de cobertura puedan acceder a seguros privados más baratos, o entrar a formar parte del sistema de protección sanitaria federal, el Medicaid. El plan ha polarizado a la sociedad y ha puesto en pie de guerra a los republicanos, ya que 26 Estados republicanos pidieron su inconstitucionalidad por obligar a los estadounidenses a contratar un seguro a partir de un cierto nivel de ingresos. El presidente  insiste en que esta reforma es lo mejor para el país sean cuales sean las consecuencias políticas.