En Corea del Norte sigue lloviendo, lo hace sin parar desde el viernes, y ha provocado un empeoramiento de las inundaciones que sufre el país desde el pasado mes de junio. Mas de 8.000 viviendas han sido destruidas desde entonces y miles de hactáreas de terreno cultivable están completamente cubiertas de agua. Podrían haber muerto casi 200 personas y 400 permanecen desaparecidas.