Los vecinos de Tudela esperaban así la llegada de los féretros: entre un tenso y plomizo silencio. Primero el del conductor, Mikel, un joven de 22 años. Y después, el de uno de los niños.Unas familias que no podían ocultar su dolor. Como tampoco los padres de los otros dos ocupantes fallecidos. Dos hermanos de origen marroquí de 10 y 13 años que serán repatriados a su país para ser enterrados.Por delante, la investigación. Se sabe que volvían a casa tras ver el Barça Madrid. Que el coche quedó así, cubierto de lodo y que según la autopsia, murieron ahogados en la acequia de El Molinar, un canal que según lo vecinos estaba seco unas horas antes. Lo que no se sabe es porqué el coche se salió de calzada. Según el Concejal de Seguridad, todo apunta a un exceso de velocidad. En Tudela las banderas ondearán a media asta hasta mañana.