Con la angustia y la prisa que da un mal presentimiento, Pilar y su marido tienen la casa en la parte baja de la urbanización, donde el fuego ha causado estragos. Mientras ella revisa los daños, su marido y otros vecinos remojan el terreno, por si acaso. Y en otra urbanización, vecinos como Fernando rememoran el peligro. Pero la ha salvado por apenas unos metros. Lo que no tiene remedio, es el paisaje. Los vecinos reclaman justicia y para ello, la Guardia Civil busca en la carretera que une Valdemaqueda con Robledo de chavela. Desde aquí actuó el pirómano para causar este desastre: Un fuego que todavía mantienen en jaque a miles de vecinos que nunca más disfrutarán de uno de los paisajes más bellos de la sierra de Madrid.