Gabriel Ferreira Muñiz, tiene diez años y como a cualquier otro niño de su edad, le encanta jugar al fútbol. Pero él, no es igual que los demás, nació sin pies.Dice su madre que cuando empezó a caminar temían que se cayera, pero no se cayó nunca. Gabriel comparte cama con su hermano, dos años mayor que él, y con él se levanta a las seis y media de la mañana. Ahora, ha recibido unas prótesis y con ellas se monta en su bici para ir al cole, donde es muy popular entre profesores y compañeros. Su profesor de gimnasia asegura que "la discapacidad sólo existe en nuestra cabeza y que él lo está demostrando a todo el mundo".Su historia y habilidades han impresionado a los directivos del Futbol club Barcelona, que le han invitado a conocer a su ídolo, Messi, el próximo mes. Gabriel recita la plantilla del Barca y espera ansioso su viaje y conseguir el autógrafo de Messi, para ponerlo junto a sus medallas.