En una democracia de más de 300 millones de personas, no cabe todo en dos únicos partidos, y como ocurrió en tampa con el aborto, en Charlotte, la polémica ha llegado porque no se mencionaba a Dios en el programa ni se reconocía Jerusalén como capital de Israel. Se ha anunciado la rectificación a pesar de las protestas porque Obama no puede perscindir a estas alturas de los donantes judíos ni del sector más conservador del partido.Segunda jornada con participación destacada de estrellas televisivas como la cubana Cristina Salaregui. O de Sandra Fluke, la estudiante que testificó en el Congreso a favor de incluir los anticonceptivos en el seguro médico y saltó a la fama porque un popular comunicador conservador la llamó puta en antena. "Ellos trataron de silenciarme y ustedes me han invitado aqui", ha dicho, agradecida, diferenciando a los dos partidos que se disputan la casa blanca, momentos antes de la intervención estelar de la noche. Clinton se ha metido al público en el bolsillo, elogiando al vicepresidente Biden. Y bromeando sobre el tono conciliador de Obama por incluir a su rival en las primarias, a su mujer, en el equipo de gobierno.Se ha soprependido por el auge de la extrema derecha en el partido republicano, ha defendido con impetu las politicas de empleo de Obama, la sanidad, y la educación. Y el éxtasis ha llegado en Charlotte cuando ha salido al escenario Barack Obama, que hablará ante los suyos mañana.