La que iba ser una habitual fiesta de cumpleaños se convirtió en una concentración de más de 3.000 personas.  Todo por el error en Facebook de una chica holandesa de la ciudad de Haren. La joven hizo un evento en la red social pero olvidó ponerlo como privado. En pocos días, 30.000 personas habían recibido la invitación. El resultado, disturbios en los alrededores de la casa. Seis personas heridas, tres de ellas de gravedad, tiendas saqueadas, un coche incendiado y 20 arrestados. A pesar de que la policía había previsto los posibles incidentes, no pudieron evitar los enfrentamientos. Una nueva muestra del poder viral de las redes sociales.