El viernes por la noche Gandía estaba preparada para dar el pistoletazo de salida a sus fiestas, pero, primero las intensas lluvias y luego un tornado arruinaron las celebraciones. En menos de 30 segundos el ciclón pasó por la población destruyendo todo lo que encontraba a su paso. La noria, el tunel del terror y multitud de atracciones y casetas sucumbían a la fuerza del viento, que causo daños en el 85% de los carruseles. Afortunadamente, la feria estaba cerrada y no hubo que lamentar víctimas. tras el viento arreció el agua y las calles se convirtieron en ríos en los que era imposible circular