Los actos con motivo de la Fiesta Nacional se han desarrollado con absoluta tranquilidad, sin ningún atisbo de pitos ni abucheos. Los Reyes de España han presidido la parada militar desde la tribuna principal de autoridades, acompañados por los Príncipes. Por su parte, la infanta Elena se ha situado en un palco contiguo junto líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. Los actos han comenzado con un homenaje a la bandera y a los caídos. Posteriormente se ha iniciado el desfile, uno de los más austeros de la historia de la Democracia.El Ministerio del Interior ha aplicado una serie de recortes como reducir a 2.600 militares el número de participantes, 500 menos que el año pasado.  Al finalizar los actos, el monarca y el presidente del Gobierno han conversado de forma distendida durante un tiempo.