Ocho días después de que la Ley Antitabaco entrase en vigor, los fumadores todavía no se acostumbran y sus protestas son continuas. En el hospital La Paz de Madrid, muchos enfermeros, médicos y empleados tienen que salir del hospital y alejarse 100 metros para poder encender su cigarrillo. Lo mismo pasa en las cafeterías y restaurantes. Una empleada de una cafetería cercana al hospital asegura que esta ley lo único que va a hacer es arruinar la industria hostelera.Emma noguera, fumadora y empleada de un centro de estética en Barcelona, asegura que aunque fuma poco se siente molesta con la nueva ley, que no da ninguna libertad al fumador.Y hoy es el primer día de colegio desde la entrada en vigor de la Ley antitabaco, que no permite fumar en las zonas cercanas a los centros educativos y parques infantiles. La mayoría de los padres aplauden la medida aunque advierten que ya solían respetar este entorno a la hora de encenderse un cigarrillo. Muchos destacan que la prohibición es importante no sólo para evitar que los más pequeños se conviertan en fumadores pasivos sino para que no se acostumbren a ver determinados hábitos insalubres.
