El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, sostiene que no piensa permitir que las manifestaciones derroquen su gobierno como ha ocurrido en Túnez. Se está empleando a fondo para detener las protestas. Cientos de personas han sido detendias y ya van seis muertos y decenas de heridos. Para las próximas horas se han convocado más movilizaciones.