Manuel Farfan juró hace un mes el cargo de jefe de la policía de Nuevo Laredo, una ciudad en el estado mexicano de Tamaulipas. Sólo un mes después, su cuerpo ha sido encontrado en la calle ensangrentado. Varios tiros acabaron con la vida de un hombre valiente. Al parecer sus asesinos son presuntos miembros del narcotráfico.