La reciente ola de frío ha dejado en Sierra Nevada una considerable nevada. Esta mañana, las calles de la estación de esquí granadina estaban sepultadas bajo un manto blanco que hacía que lo normal fuera andar desplazarse sobre unos esquíes. Incluso los que querían marcharse, han tenido que tirar de pala para poder mover sus coches y recuperarlos.