En Nigeria, el país más poblado de África, los resultados electorales han provocado la ira de los musulmanes del norte. Ganó el hasta ahora presidente Goodluck Jonathan, candidato cristiano del sur, que poco después de conocer los resultados llamó a la calma en televisión para que no hubiese más incidentes. Se han quemado iglesias y residencias de sus partidarios. Podría haber decenas de muertos. En algunas ciudades tuvo que decretarse el toque de queda.