La localidad valenciana de Paterna se ha llenado de ruido, humo y olor a pólvora para ponerle el broche final a sus fiestas. Ha sido con la tradicional "Cordá". Un espectáculo pirotécnico en el que 200 tiradores han quemado 60.000 cohetes. Los tiradores van envueltos en trajes ignífugos, con guantes y cascos para no sufrir ninguna quemadura. También protegen la calle mayor y los edificios con una jaula por si salta algún cascote.
