El primer ministro británico, David Cameron, llegó este jueves a Libia minutos antes del presidente francés, Nicolas Sarkozy. El objetivo de ambos estaba cumplido, adelantarse, aunque fuera por unas horas, al primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan Erdogan, y su intento de exportar el islamismo democrático por los países de la primavera árabe.Nada más aterrizar, las nuevas autoridades libias y muchos ciudadanos dejaron claro a Cameron y a Sarkozy que saben a quién deben agradecer que su revolución haya triunfado. Los dos mandatarios europeos visitaron en primer lugar un hospital donde fueron recibidos con una gran ovación y aplausos. Allí se interesaron por el estado de algunos heridos en la contienda. La importancia y el riesgo de la visita puede medirse por la longitud de la caravana que ha llevado luego a las delegaciones a un hotel de la capital. Allí, los líderes europeos han vuelto a ofrecer su apoyo para capturar a Gaddafi y terminar con los combates. Y han asegurado que su papel en el futuro del lo decidirán libremente sus nuevos líderes.