El Fluminense de Río de Janeiro ha levantado el trofeo que le acredita como el mejor equipo alevín del mundo. Los brasileños se han impuesto en la final al conjunto tailandés por 4-0 ante unas 30.000 personas que han acudido al Bernabéu. Concluía así una jornada repleta de nervios para los 560 chavales que han debutado en el estadio madrileño.Además de mucho fútbol base, se ha podido disfrutar del cántico de los marroquíes, el baile de los senegaleses, la unión de los indonesios y el saludo de los jugadores del Alboraya, el representante español. Los niños polacos festejaban el día así y los portugueses no querían ser menos.El juego limpio y el compañerismo han dominado un gran campeonato en el que el protagonismo ha sido de los más pequeños.