Dos siamesas, que nacieron unidas por pecho y abdomen, han sido separadas tras una operación de ocho horas en un hospital Californiano. Angélica y Angelina Sabuco, de dos años de edad,  por fin han conseguido su independencia. Las dos pequeñas filipinas, residentes en California, han sido intervenidas por un equipo de veinte médicos, los cuales han separado sus diafragmas, hígados, huesos del pecho y músculos de las paredes abdominales. Una complicada operación que contaba con el riesgo de que si una de las siamesas fallecía, la otra también. Los próximos días son claves para valorar el éxito de la operación, además de dos o tres semanas de hospitalización para las menores, para restaurar los órganos que han sido dañados.