Miembros de la asociación Amigos de los Perros de Carballo, han detectado casos de animales con signos de haber sido usados en peleas clandestinas. Hace poco más de una semana, la protectora recibió una perra de raza bóxer, que llegó a sus instalaciones en muy mal estado. Aparte de las lesiones sufridas durante su utilización en los combates, tenía marcas de palos a lo largo de todo el lomo y sufría una gran hemorragia, como consecuencia de los desgarros que presentaba en la vagina y el útero. Unas heridas que, con total seguridad, fueron producidas de manera intencionada con alguna clase de objeto contundente.No es la primera vez que aparecen perros en esta zona con signos evidentes de haber sido usado en riñas clandestinas, un tipo de maltrato muy común pero no el único, ya que muchos de los doscientos perros a los que acoge y de los que cuida esta asociación han sufrido vejaciones y agresiones por parte de sus dueños.