Más de 200 personas se han concentrado ante el Ayuntamiento de Girona para mostrar su rechazo, con un minuto de silencio, al homicidio de una niña de 18 meses a manos de su padre, que la degolló y después la decapitó. El alcalde, Carles Puigdemont, ha afirmado que Girona "está consternada por este acto monstruoso" y que se está volcando para expresar el respaldo a la familia de la pequeña, especialmente a la madre y la hermana, de seis años.