El aliento y la sonrisa de su mujer recibían a Rubalcaba a su llegada a la comparecencia tras conocerse los resultados. Se ha presentado solo ante las cámaras por decisión personal, con su ejecutiva enfrente pero sin salir en la imagen.Gritos de ánimo entre los militantes sabedores del trago que le tocaba pasar. Rubalcaba lo ha reconocido sin medias tintas."El PSOE no ha obtenido un buen resultado, hemos perdido claramente las elecciones". Y ahora que toca hablar del difícil futuro del partido sí lleva escritas palabras medidas en un papel. "Le he pedido al secretario general que convoque un congreso ordinario lo antes posible".Pide un congreso pero no aclara si se presentará a él para dirigir el partido. Recibe el consuelo de los suyos tras haber cosechado el peor resultado de la historia del PSOE en la actual democracia.Ha perdido 59 escaños y más de 4.300.000 votantes. Abrazos y besos también para Elena Valenciano, su número dos, al borde de las lágrimas. Aunque al final ha tenido que ser el propio Rubalcaba el que levantara el ánimo a algunos desolados militantes.La derrota se ha asumido con mayor o menor fortaleza dentro de la sede de Ferraz. Fuera, en la calle, eran pocos los que, bandera en mano, mantenían el entusiasmo pensando ya en las próximas elecciones.
