La montaña se mantiene sin nieve durante el puente de diciembre por lo que el sector turístico se ha hundido. La ocupación hotelera ha sido una de las más bajas de los últimos años por estas fechas. Los monitores de esquí esperan que cambie el tiempo para que puedan utilizarse los cañones y producir nieve artificial. Para usar los cañones hace falta más frio, al menos, cero grados. Pero el festivo de la Inmaculada, por ejemplo, empezaba con ocho grados y subía a lo largo del día. En la estación de esquí de La Molina, en Girona, nadie recuerda un pueste así. Pero no hay que perder la moral. Hoteles, restaurantes y comercios confían en que sea sólo un mal comienzo.La Molina no es excepción. La mayoría de las estaciones aún no ha estrenado temporada. En la sierra de Madrid también luce el sol y el calor produce decepción entre los profesionales del sector y los aficionados al esquí.La alternativa, ante la falta de nieve, es el senderismo.
