Totalmente desesperado y armado con 2 grandes cuchillos de cocina Carlos J.M. de 42 años se presentó hace un par de semanas en el cuartel de la Guardia Civil de Sueca y sin pensárselo dos veces pidió a los agentes que le pegaran un tiro y que si no lo hacían sería él quien les mataría a ellos. Hace un año el hombre perdió a su mujer, a su hija y a su suegra en un accidente de tráfico y nunca ha podido superar la trágica pérdida. Además en el momento del accidente él conducía el coche. La desesperación de Carlos era tal que incluso llegó a confesar a los agentes que él no tenía valor para quitarse la vida. Sin saber que hacer los agentes tuvieron que esconderse en el cuarto de armas para evitar que alguien resultara herido. Al final, en una maniobra rápida, lograron reducir a Carlos, lo desarmaron y lo esposaron. Fue detenido y tras pasar a disposición judicial, el juez ha ordenado su ingreso en el Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Fontcalent.