Rafael camina en lo que hasta hace unos días era su casa, ahora reducida a montañas de escombros� Más de 20 años trabajando para construir un hogar que el temporal se ha llevado en apenas uno segundos. Una casa que construyeron con sus propias manos. Aquí pensaban jubilarse y celebrar la boda de su hija�sueños ahora rotos por el temporal. En esta nave acumulan lo que pudieron salvar. Ropa, muebles, fotos� el resumen de toda una vida. Ahora los equipos retiran la montaña de arena desprendida por la lluvia y así evitar otro derrumbe�y mientras esta familia lucha por no venirse abajo. Los vecinos han abierto una cuenta corriente para ayudarles porque saben que esto le podría haber pasado a cualquiera. Los cuatro están sanos y ese es su mayor consuelo