La propietaria y la dependienta de una joyería de la localidad valenciana de Gandía frustraron la mañana del lunes un atraco al establecimiento. El atracador, con la cabeza cubierta por un casco de motorista, se hizo pasar por empleado de una empresa de mensajería. Un cómplice esperaba en la motocicleta.El hombre llamó a la puerta y mostró unas bolsas de una empresa de mensajería. Cuando la dueña le abrió la puerta para que pudiese entregar el paquete y leer el albarán, el atracador la encañonó con una pistola. Al percatarse de la presencia del arma, la mujer, ayudada por una dependienta, empujó al atracador fuera de la tienda y cerró la puerta.Los dos atracadores huyeron arrastrando la moto, ya que no consiguieron arrancarla.Las dos mujeres cuentan que el acto de enfrentarse al atracador fue reflejo, ya que no pensaron en las consecuencias que podría haber tenido si éste hubiese disparado.