El temporal de lluvia y viento sigue azotando Galicia y está dejando un reguero de incidentes en toda la comunidad. A los árboles caídos y a los desprendimientos hay que sumar los desbordamientos de algunos ríos, como el Tambre, en la provincia de La Coruña. La flota también está sufriendo las consecuencias de la borrasca, muchos barcos permanecen amarrados en puerto y otros han tenido problemas para acercarse a tierra. Las previsiones siguen manteniendo la alerta por vientos huracanados, que superarán los 100 kilómetros por hora en muchos puntos de la costa. Los vecinos coinciden en que está siendo uno de los inviernos más duros que recuerdan.