Todas las suspicacias sobre la organización del mundial en Sudáfrica que parecían olvidadas se han reactivado de golpe. Se celebraba un partido amistoso en Johannesburgo entre Nigeria y Corea del Norte, cientos de aficionados sin entrada quisieron acceder al recinto por la fuerza y la policía se vio obligada a intervenir para reprimir la avalancha. El resultado: quince heridos, uno de ellos grave. Menos mal que este estadio no acoge ningún partido del mundial. A pesar de estos incidentes, en Johannesburgo se respira ambiente de mundial.